Segunda apología
La Sombra es el
Amor entre la Luz y la Oscuridad…
Origen:
El Teatro de
Sombras es un Arte varias veces milenario, cuyo nacimiento, que se remonta al
origen de las Artes Escénicas, podría haber sido el causante de los primeros
coqueteos del ser humano con el intento de manejar lo “sobrenatural”.
Sabemos que el Arte
ha nacido de su función ritual. Y no es difícil imaginar que un grupo de
hombres primitivos dentro de una caverna a la luz del fuego, habrían
descubierto en las proyecciones de sombras de sus cuerpos, un ente que, sin ser
ellos mismos, los representaba y repetía de un modo especial, “simbólico”… Y
entonces comenzaran a utilizarlas para “asir lo inasible”.
Tal vez, incluso, la
Sombra haya sido la llave para que los humanos comenzaran a dar lugar en sus
cerebros al concepto de “abstracción”, por ser la sombra una abstracción
natural del objeto proyectado…
Actualidad:
Ya en nuestra Era,
llegado el siglo XX, gracias al desarrollo y miniaturización de las fuentes de
luz eléctrica, aparece una nueva manera de trabajar con las sombras:
El Teatro de Sombras Contemporáneo.
Al contar con fuentes de luz casi puntuales,
que facilitan la proyección de sombras nítidas aún a la distancia, el Teatro de
Sombras incorpora algunos procedimientos del Cine, -en ese entonces su hijo
menor- que multiplican sus recursos narrativos, apareciendo la posibilidad de
mostrar cambios del ángulo de encuadre, primeros planos, montajes y
superposiciones de escenas, etc, integrados al hecho teatral en tiempo real.
Como tal, el Teatro
de Sombras Contemporáneo es un Arte eminentemente transdisciplinario que
combina Artes Plásticas, escénicas, audiovisuales y musicales en el mismo campo
de acción, configurando un nuevo lenguaje con características y reglas propias.
Educación y Percepción:
La educación de masas es un
direccionamiento de la atención hacia la percepción y manejo de aquellos elementos (materiales o
conceptuales) que nos serán útiles para hacer avanzar una sociedad orientada al
consumo.
En el
mundo occidental contemporáneo, nuestra atención se ha preparado para percibir
una buena cantidad de relaciones de status, un haz de reglas de comportamiento,
y, sobre todo, objetos y materiales, concretos o directamente sólidos, gracias
a los cuales se puede dar forma y utilizar infinidad de artículos, lo cual
parecería ser el fin último de la existencia de las grandes masas humanas en el
Planeta...
Para
trabajar con las sombras en este mundo, regido por objetos, se debe focalizar
la atención hacia otras prioridades del “Que percibir”. La sombra es,
técnicamente, un “Agujero de la luz”,
una “Ausencia”, y como tal, escapa a nuestra comprensión ontológica,
entrenada hacia la percepción y manejo de cosas concretas.
Implicancias:
En el
Teatro de Sombras estas “ausencias” serán las narradoras y protagonistas de las
historias. Al utilizarlas en la creación de sentido se fomenta una visión lateral de la realidad, muy útil
para la solución de problemas en los cuales los métodos convencionales aún no
han demostrado eficacia.
Si
logramos que las sombras, meras ausencias, protagonicen una realidad teatral y
cuenten una historia, también nosotros, más allá de nuestro origen, posición
social o económica, podemos ser protagonistas de nuestra historia. La Historia.
Y a través de la asunción de este concepto, tejer nuevas redes conceptuales que
nos permitan comenzar a transformar el mundo desde el lugar que ocupamos…
Las
sombras están asociadas en el inconsciente, a lo oculto, lo desconocido,
nuestros fantasmas y miedos. El aprender a observarlas, comprenderlas y
manejarlas en el mundo físico, puede concurrirnos a perder el temor que nos
frena en el camino de nuestro desarrollo como personas.
Temporalidad:
El Teatro de Sombras es un Arte eminentemente
temporal:
La
Sombra ES acción. La Sombra quieta no existe en la naturaleza. Ya sea por el
crepitar del fuego, o por el movimiento de los astros, la Sombra siempre fue
móvil.
Desde
los tiempos más antiguos, estuvo asociada a la transformación, a lo inasible, y
el movimiento siempre formó parte de su concepción. Y los descubrimientos de la
Física del último siglo, terminaron de darle la razón…
Esto
es: La Imagen-Sombra, único “objeto puramente bidimensional”, ya que la sombra
carece de espesor, es mas un acontecimiento que una “cosa”… Es “Verbo”, como
podrían decir algunos místicos… La luz sale del emisor, se encuentra con el
obstáculo, y se proyecta en la pantalla… la Imagen-Sombra, aun comportándose
como “cosa”, no es eso, sino una secuencia progresiva de acontecimientos
temporales manifestados en el espacio…
El factor tiempo, entonces, es la tercera
dimensión de la Imagen-Sombra…
Reflexiones finales:
El sonido
y las sombras serían tal vez los materiales ideales para poner a prueba
nuestras teorías sobre la percepción de los elementos escénicos que involucramos
en las llamadas Artes del Tiempo.
Desde
el origen de los tiempos, estas “no cosas” estuvieron presentes en las
composiciones escénicas de la humanidad.
Habrá
que ver que nuevas llaves puede aportarle a nuestro hacer teatral, la problematización,
con nuevos ojos del siglo XXI, de estos “antiguos y novedosos” elementos
escénicos.
Gabriel
Von Fernández
www.teatrodesombras.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario